De los muchos cangrejos pequeños que existen en España en el eoceno, quiza el más abundante sea el genero micromaia, y dentro de él la micromaia tuberculosa. Es un cangrejo del luteciense medio, muy abundante en Cataluña, cuya dificulta estriba en que mide de 1 a 2 cm y es complicada de ver. El cuerpo está recorrido de granulaciones que la hacen muy característica. Cuando sale una entera es una gozada. Esta que pongo hoy está recogida esta mañana en un yacimiento clásico catalán. Espero que os guste.
viernes, 22 de junio de 2012
LO QUE NO SE DEBE HACER (II)
En la anterior entrada vimos algunas ideas acerca de tratar el cangrejo para evitar que se dañe. A veces sucede que cuando se encuentran aparecen de esta manera:
Una vez pegado se puede trabajar con una percutora o una rotatoria hasta llegar a la parte superior del cangrejo sin haber perdido el caparazón.
Si os fijais, la parte superior de caparazón se ha quedado pegado a la piedra. Mucha gente la tira y se lleva el resto del cangrejo. Eso no se debe hacer nunca. Para recuperar "la cáscara" se puede coger las dos partes y pegarlas con loctite, quedando una cosa así:
Una vez pegado se puede trabajar con una percutora o una rotatoria hasta llegar a la parte superior del cangrejo sin haber perdido el caparazón.
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