Como siempre que salgo por trabajo, hago una pequeña escapadita a buscar "bestias" como dice un amigo mio, en este caso encontré un Colneptunus hungaricus con el caparazón perfecto y una pinza, pero con el torax bastante deformado; aún así merece la pena. La gracia del hallazgo fue que estaba tirado en medio de un camino forestal donde pasan muchos todo terrenos todos los días en una zona de masías. Así que fue cuestión de suerte que no lo aplastaran.
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